My Territorial Pissings

Què farieu si un dia us arriba la factura per exemple de la llum amb els vostres cognoms modificats insultantment com per exemple GILIPOLLAS CARACULO? Doncs això és el que li va passar a un bon home de València. Notícia extreta de Terra Actualidad:


Gilipollas Caraculo ya tiene culpable

Dos apellidos: Gilipollas Caraculo. Estas dos palabras fueron las que la empleada de Gas Natural Vanessa G.T modificó el pasado diciembre en la factura enviada al valenciano Antonio Bandín Moreno.

El recibo del gas de noviembre dejaba constancia de los 57,62 euros que el cliente de Valencia Antonio Gilipollas Caraculo debía de abonar a cambio del servicio prestado. Todos los datos de la nota eran correctos: su Documento Nacional de Identidad, su dirección postal, su teléfono... excepto su nombre. El cartero debió guiarse por las señas más que por los insólitos apellidos. En aquel momento, el ciudadano Bandín montó en cólera y decidió quejarse ante dicha empresa. Así, acudió a la Oficina del Consumidor, donde también le aconsejaron que aireara el caso en los medios de comunicación. Con su denuncia pública, la empresa le ofreció disculpas y la promesa de que aquello no iba a quedar así, que iban a investigar el caso.vAntonio Bandín, que ayer estaba trabajando en la parroquia de San Jerónimo donde desempeña tareas administrativas, 'no quiere que le molesten mientras está trabajando, ni que esto se comente más de lo normal', añadió el mismo familiar.Las preguntas de los periodistas abrumaron a su familia, que reconoció que se había enterado de la noticia por las llamadas recibidas 'y todavía no hemos podido ni hablar con él de esto', agregaron.El rastreo de los servicios informáticos permitió a la empresa Gas Natural conocer la identidad de la persona que cambió el nombre de este vecino del barrio de Torrefiel por dos populares insultos. El código de acceso a la red de trabajo descubrió en el ordenador a la persona que extendió la sorprendente factura.La trabajadora Vanessa G.T. pertenece a la plantilla de la entidad, Sitel Ibérica, ubicada en Madrid. Esta empresa está subcontratada por Gas Natural y se encarga de elaborar los recibos a los clientes que habitan en la Comunitat Valenciana.Fuentes de Gas Natural afirmaron ayer que, a pesar de lo ocurrido, sus relaciones con Sintel Ibérica continúan con normalidad. Asimismo, declararon que fue el pasado mes de diciembre cuando se conoció la identidad de la persona culpable del incidente.Según aseguraron, en ese mismo momento se interpuso una demanda contra la trabajadora ante las autoridades judiciales competentes que en estos momentos se encuentra en pleno trámite.Antonio Bandín interpuso una denuncia por la manipulación de sus datos y por un presunto delito de injurias públicas, ya que el sobre que contenía la carta permitía leer claramente a cualquiera la identificación del afectado.'Tengo hijas y no sé si esto es obra de un 'sonao' que tiene alguna rencilla con alguien a quien ha confundido conmigo', señalaba el mes pasado el valenciano que, en un principio, atribuyó el suceso a la broma de algún niño.Nada que ver con la realidad. Y es que según Gas Natural, Vanesa G. T. 'se ha dedicado a acceder a los datos de algunos clientes' para modificar sus apellidos con epítetos 'insultantes e injuriosos'. Una actividad que ahora se descubre.Fuentes de la investigación advierten que Gas Natural desconoce aún cuántos clientes han podido verse afectados por las prácticas de Vanesa G. T. Tal vez han sido más las personas que han visto modificadas sus señas de identidad por palabras malsonantes o despectivas.La empresa considera que las acciones de Vanessa G. T. suponen un daño para la imagen 'y el buen nombre' de la compañía.Gas Natural también toma en cuenta el daño moral sufrido por el cliente. 'En su día le pedimos disculpas al cliente por los daños causados y esperamos que se resuelva dentro de la normalidad. Hemos hecho lo que se tenía que hacer. Ahora sólo tenemos que esperar', afirmaron las mismas fuentes.Tras su aparición en los medios de comunicación, vecinos y conocidos reconocen a Antonio por la calle, en los parques, en los bares de su barrio... La broma de una trabajadora le ha reportado una curiosa popularidad.
Terra Actualidad - VMT